BIODESCODIFICACION PROSTATA

CONFLICTOS EMOCIONALES QUE AFECTAN A LA PRÓSTATA

En los hombres, los problemas de próstata tienen mucho que ver con la autovaloración y con la convicción de que, a medida que envejecen, van siendo menos hombres, menos atractivos, menos capaces de satisfacer a una pareja, etc.

La impotencia añade un elemento de miedo, y a veces se relaciona con despecho, incapacidad, o prohibición.

Y casi siempre que hay vivencias o momentos de impotencia sexual, deberemos analizar la infancia, la adolescencia y hasta la vida matrimonial o de pareja de cada hombre y cada caso.

Situaciones en donde el padre, la madre o la pareja, parecieran traer “Extremadamente vigilado al hombre”.

Momentos en los que ni el propio hombre se “siente libre” de ser.

– Entran el padre o la madre a la habitación del hijo sin avisar, sin tocar la puerta, dejándole impresa

en la memoria una emoción de: Me pueden sorprender, me pueden “descubrir haciendo algo prohibido”, me pueden regañar o llamar la atención sin yo esperarlo, etc.

El hombre crece, y el simple hecho de sentirse observado, vigilado, cuidado o sentir esa especie de miedo a que alguien entre, alguien lo descubra y le grite, alguien lo regañe por estar disfrutando, etc. Ocasionan dicha impotencia, que viene resultando una especie de auto-contención del disfrute del placer, porque se creció en un ambiente castrante, rígido, etc.

La impotencia sexual se origina en el miedo o la convicción de que está mal disfrutar del cuerpo, de una eyaculación, de acariciarse. Y por supuesto, esa impotencia puede aumentar o intensificarse si la pareja sexual resulta comportarse rígida, castrante, exigente, porque se activa aquella memoria emocional de “No puedes disfrutar, está mal, ahorita no, etc”.

Con todo esto y generalizando lo que padecer de la próstata significa, tomemos la siguiente frase: Próstata es hombre castrado.

Y obviamente, puede ser una circunstancia real o simbólica.

Puede entonces la próstata afectarse si mi jefe es muy duro o muy exigente.

Pueden ser mis hijos adultos que a diario me tratan como idiota y me cuestionan mis decisiones, mis acciones y quieren dirigir mi vida con el pretexto de “cuidarme”.

Puede ser la esposa que dirige nuestro día a día, que exige cosas, que decide por nosotros, que nos trata como niños y que se mete en todo en la tonalidad de “Lo hago por tu bien”, “lo hago porque te amo”, “hazlo como yo digo para que me demuestres que me amas”, etc.

Situaciones en las que el hombre deja de «ejercer» su fuerza, su poder, su placer…

Al jubilarse, los hombres acostumbran considerarse inútiles, ineficaces e incapaces de ser hombres íntegros.

Es una sensación de “ya no soy útil”, “ya no puedo hacer muchas cosas”, “ya me siento viejo para disfrutar”, “ya no puedo dar placer”, “ya no soy atractivo nadie quiere intimidad conmigo”, etc.

Por lo tanto, toda afectación en la próstata, así sea una inflamación un cáncer, tan sólo será grados de “castración” en la vida de un hombre.

Y ojo…la próstata también puede afectarse si se trata de un hombre muy activo sexualmente, mujeriego, coqueto, etc, que de pronto “ Ya no puede”, “Ya no tiene con quién”, “Ya a nadie le gusta”, “Ya no le funciona su parte conquistadora”, “pierde una relación con la amante”, “Ya no puede tener amantes o amante”, etc.

Como la próstata contiene unas células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre el espermatozoide, también puede afectarse ante emociones de no poder dejar descendencia. Ser un abuelo cuyos hijos no le han dado nietos, Ser un hombre que no ha podido embarazar a su pareja, etc.

Por lo tanto, y en cada caso será diferente, los conflictos emocionales básicos que afectan a la próstata estarán siempre relacionados con:

– Ya no soy activo sexualmente.

– Tengo que terminar mi vida sexual

– Me limitan o me prohíben una vida sexual

– Me obligan u obligaron a dejar de ejercer mi sexualidad.

– Tengo que renunciar a mi vida sexual.

– Aquella pareja sexual que me hacía tan feliz ya no está.

– Presión ó culpa a nivel sexual.

– Me siento muy viejo para disfrutar de intimidad.

– Miedo a no dejar descendencia.

– Me castraron realmente (Cirugías).

– Mi pareja me niega el sexo.

– Dirigen otros mi vida, gustos y deseos, me siento castrado, limitado, vigilado.