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BIODESCODIFICACIÓN – OÍDO LO QUE LA MENTE CALLA EL CUERPO LO INTERPRETA
 El oído es un conjunto de órganos cuyas funciones principales son dotar de equilibrio y audición al cuerpo de los humanos o animales. Dentro del estudio de la medicina se le denomina también órgano vestibulococlear. Es un órgano que se encuentra muy desarrollado, principalmente en mamíferos inferiores terrestres y acuáticos, tal es el caso de los félidos y los grandes cetáceos en donde, gracias a su evolución fisioanatómica, se han hiperdesarrollado mecanorreceptocitos especializados en destacar el sentido de equilibrio y audición en perfecta armonía. En el caso del ser humano esta evolución no está tan desarrollada. En conjunto el estudio histoanatómico del oído se divide en tres partes, oído externo, oído medio y oído interno.
 
Se divide en 3 categorías: 
 
1) Oído externo:  Recibir y focalizar. 
 Recibir y focalizar. 
 
2) Oído medio:  Transmisión (transforma las ondas en ondas mecánicas) y adaptador de impedancia. 
 Transmisión (transforma las ondas en ondas mecánicas) y adaptador de impedancia. 
 
3) Oído interno: Receptor de la audición y transformación de las vibraciones en influjo nervioso. 
¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?: 
 
 Si yo presento alguna molestia en cualquiera de las tres partes de mi oído, significa necesariamente que estoy viviendo o he vivido un conflicto relacionado con “quiero escuchar, pero no puedo”, o bien, “ya no quiero escuchar esto”.
 
Cada una de las partes del oído, representará conflictos diferentes, pero siempre relacionados con escuchar.
 
OÍDO EXTERNO 
 
 Recibe las vibraciones del aire y las focaliza sobre la entrada del oído medio. 
 Al mismo tiempo protege esa entrada de las agresiones exteriores. 
 El conducto auditivo dirige el sonido hacia el tímpano. Este conducto está recubierto de cerumen que protege el tímpano de las agresiones biológicas. 
 
¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?: 
 
 Si mis molestias son el en oído externo, necesariamente estoy viviendo un conflicto de “no querer escuchar”, “no querer seguir escuchando”, “ya no soporto escuchar”.
 Puede ser una persona, lo que siempre me dice esa persona, la voz de esa persona, etc.
 Puede ser música, la radio, las noticias, la televisión, los ruidos en la calle, etc.
 Necesariamente existe algo que escucho a diario y que ya me hartó. Ya no lo quiero escuchar.
 
OÍDO MEDIO (MUCOSA) 
 
 Transforma las ondas en ondas magnéticas. Tapón térmico, intermediario entre el aire y el oído interno, transformación de la señal sonora antes de transmitirla al oído. Por el intermedio del tímpano y de la cadena de huesillos: martillo, yunque, estribo. Concentración, filtrado secuencial y adaptación de impedancia. La transmisión de la vibración hacia el oído interno pasa por la ventana oval. El mantenimiento del equilibrio de la presión entre las dos fases de la membrana timpánica es una función fisiológica del oído medio. 
 
 La trompa de Eustaquio garantiza el equilibrio de las presiones de ambos lados del tímpano. Comunica al oído con la garganta. 
 
¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?: 
 
 Si mis molestias son en el oído medio, el conflicto emocional que yo estoy viviendo, está relacionado en gran medida con la relación que tengo con mi madre.
 
Es la parte del oído que sufre directamente cuando mi mamá me hace una promesa y no la cumple, cuando yo no puedo olvidar algo que mi madre me dijo, sea bueno o malo.
 
Es una voz, un mensaje auditivo que no digiero, que no acepto, que no olvido.
 
Tal vez mi madre me dijo que iríamos de vacaciones a final de año, y nunca cumplió. Ya han pasado 3 años y ella no vuelve a hablarme de eso. Yo quisiera que cumpliera aquello que oí de ella.
 
Es una mezcla de conflictos, por un lado, me han hecho una promesa, la he oído, la he escuchado y por otro lado, no soy capaz de olvidar aquello que oí, que escuché.
 
Y pueden ser promesas, juramentos, ofensas, juicios, burlas, críticas, etc.
 
Al mismo tiempo, puedo estar viviendo una necesidad importante, de recibir palabras que jamás he oído de ella principalmente, conjugado con el hecho, de que sigo pensando en ello todo el tiempo, con la esperanza de que alguna vez, yo pueda escucharlo.
 
Tal vez mi madre ( o mi padre), jamás me han dicho lo inteligente que soy o lo valiente que soy, aún espero que lo hagan, necesito oírlo.
 
OÍDO INTERNO 
 
 Receptor de la audición y transformación de las vibraciones en influjo nervioso. El oído interno está formado por el laberinto óseo, cavado en el peñasco (parte del hueso temporal) y de un laberinto membranoso. 
 El laberinto anterior (coclea) es responsable de la audición gracias a la presencia del órgano de Corti, que es el receptor sensorial del oído en el cual están las células sensibles a las vibraciones. 
 El laberinto posterior, el vestíbulo, donde se ubican los canales semi-circulares, es el encargado del control del equilibrio. 
 El nervio coclear y el nervio vestibular se reúnen en el nervio cócleo-vestibular, el nervio auditivo que recorre el conducto auditivo interno. 
 
¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?: 
 
Esta zona del oído, muchas veces está relacionada con algo que fue programado desde nuestro Proyecto Sentido, es decir, que estará relacionado con las emociones de mis padres, desde 6 meses antes de que yo naciera hasta mis 3 años.
Tener molestias en mi oído interno, habla mucho de “conflictos de separación” (real o simbólica), y por supuesto, sumado al acto de “escuchar”.
 
Por lo tanto, deberé buscar historias relacionadas con:
 
 – “Ya no me habla.”
 – “Dejó de llamarme, de hablarme”
 – “Ya no hay amabilidad en sus palabras”.
 – “Ya no me habla con amor”.
 – “Ya no me da explicaciones”.
 – “Hay mucho silencios”.
 
Pero ojo!
 
 Son emociones de mi madre o de mi padre, que vivieron éstas situaciones desde antes de concebirme y hasta mis 3 años, y ocurre, es que ellos, con éstas vivencias, me han hecho vulnerable ante dichas emociones.
 
 Y soy, ahora yo, el que sufro de problemas ante cualquier “separación auditiva”. Detalle del cual, debo tomar conciencia.
 
Soy vulnerable, ante situaciones en las que yo no soporto dejar de oír algo que me gustaba, me siento como “abandonado”, “solo”, forzado a soportar silencios.
 
Ahora bien, lo anterior, lo traigo programado por mis padres, pero puede estar ocurriendo también que yo, en mi vida presente, he llegado al punto de “no soportar” algo que oigo.
 
 Se trata de un sonido, una voz, un ruido que he escuchado perfectamente por mucho tiempo y que inconscientemente ya odio.
 
– Tal vez vivo cerca de un aeropuerto y yo pensaba estar acostumbrado al ruido de los aviones, y hoy por hoy, lo odio. Sólo que no lo había analizado.
 
– Tal vez vivo frente a una avenida muy concurrida y yo pensaba que estaba acostumbrada al ruido de los coches, camiones, ambulancias, etc. Y ya lo odio, pero jamás hubiera pensado que eso me estuviera lastimando.
 
– Tal vez ya no soporto la forma en que mi pareja o mi jefe o mi amigo me habla o ya no soporto las cosas que me dice, aunque toda la vida yo haya escuchado a esta persona perfectamente. Ya me harté de su voz o de las cosas que me dice, pero igualmente, yo no estaba consciente.
 
Y si bien pueden variar los conflictos emocionales que provocan una molestia, grave o pequeña en los oídos, lo principal es entender que estará relacionado, SIEMPRE, con algo que oigo y ya no quiero oír o con algo que necesito oír y ya no lo oigo.
 
Nunca las molestias de oído estarán relacionadas con otro tipo de emociones, recuerden que lo primero a analizar en Biodescodificación, es “para qué sirve el órgano afectado”, y desde ahí de parte para buscar la emoción. 
 
Debo analizar mi vida presente, debo averiguar la historia de mis padres antes de mi nacimiento y en mis primeros años y sobre todo, debo analizar mi árbol genealógico para localizar a todos mis dobles y analizar si no fueron ellos los que vivieron emociones relacionadas con oír.
 
Si es mi vida presente, debo reconocer mis fallas, debo identificar la causa y cambiar mis actitudes o reacciones.
 
 Si fue mi infancia o es alguien de mi árbol, claramente debo hacer una carta de duelo y liberarme.

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