Existen razones emocionales, sobre todo las que se relacionan con el estrés que es impuesto por la sociedad. Muchos hombres viven una vida en constante competición y llena de tensiones. El éxito se relaciona con el dinero y el sexo, y estas expectativas poco realistas cuando no se cumplen, llevan a la frustración y pueden desarrollar una disfunción eréctil. Una de las causas puede ser la ansiedad.
Una de las causas es la ansiedad-Cada hombre vive la ansiedad de forma diferente de acuerdo a cada persona o situaciones. Un ejemplo a la disfunción eréctil es cuando aparece con mujeres que admiran o temen. Puede tener su ansiedad según el momento y la persona.
Como la erección es totalmente involuntaria, si el hombre se centra en obtener una erección o mantenerla: la frena o la imposibilita cada vez más. Al hombre se le ha dado una educación con una cierta ideología, en la que debe funcionar bien en cualquier situación y con cualquier persona. Lo que les hace obsesionarse con su respuesta sexual, aunque muchas veces el fallo está en que no tienen el estímulo erótico adecuado.
Y otros asocian la sexualidad con la agresión o la brutalidad y con el temor de hacer daño a la mujer, lo que cohíbe sus erecciones. Imaginan la penetración como un ataque a la mujer.
Desde luego la ansiedad y la observación obsesiva fomentan la preocupación por mantener la erección y enfrentarse a un nuevo fracaso. Estas son las causas de una mayoría de disfunciones eréctiles de origen psicosexual.
Es una alteración que llamamos «ansiedad de ejecución», es el miedo a no poder cumplir lo que les lleva a la ansiedad o a la auto-observación, y que inhibe la erección. Con el sexólogo aprenderán a confiar en ellos mismos. No pueden tener erección por un deseo débil o por un rechazo hacia la pareja sexual, o en ocasiones por lo contrario, un grandísimo deseo en una primera relación o después de haber conseguido a una mujer que se deseaba hace largo tiempo.
Cuando el acto sexual se vive con miedo y siempre se preguntan si serán capaces de lograr o mantener el deseo sexual se desvanece, lo que provoca la pérdida de la erección o el no lograrla. También la depresión es una causa frecuente de disfunción eréctil y de disminución del deseo sexual.